Valadrem

«Parecen fuegos de artificio»

16 de junio de 2023

Klonoa

Si hablamos de Nintendo, lo más probable es que pensemos en Mario. Si hablamos de Sega, seguramente pensaremos en Sonic. Pero, si hablamos de Namco, la cosa ya no está tan clara y en el mejor de los casos puede que nos acordemos de Pacman. No todas las compañías de videojuegos han conseguido colar una mascota icónica en el imaginario colectivo y, aunque Pacman tampoco está tan mal, lo cierto es que hace unos años Namco llegó a tener todos los ingredientes para añadir un nuevo nombre a la lista. Solo hacía falta un poco de suerte. Pero la suerte no siempre acompaña...
En 1997, Namco lanzaba un juego para PlayStation que bien merecía pasar a la Historia de los Videojuegos con todas las letras, el extraordinario Klonoa: Door to Phantomile. En principio, crear una mascota no era ni de lejos uno de los objetivos principales del juego. De hecho, en las primeras etapas de desarrollo del juego, Klonoa ni siquiera iba a haber sido un personaje original, sino que nacía simplemente como adaptación de un manga del que terminaría separándose por completo por cuestión de derechos. Aun así, es innegable que Klonoa, con un diseño único y la insignia de Pacman en su gorra parecía llamado a convertirse en la imagen de Namco.
Por supuesto, un buen diseño no era todo. El juego de Klonoa suponía una original adaptación de los juegos de plataformas a las tres dimensiones. Aunque el juego tiene un control eminentemente 2D, los niveles, modelados en 3D, tienen profundidad, se doblan sobre sí mismos haciendo que podamos ver o interaccionar con diferentes partes del nivel a la vez, o incluso se bifurcan, permitiéndonos cambiar el plano en el que estamos. A la parte gráfica se añade una mecánica sencilla pero muy efectiva, una curva de dificultad muy bien planificada y unos controles magníficos y muy precisos que hacen que todos los movimientos queden a nuestro alcance con tan solo la cruceta direccional y dos botones.
Lejos de quedarse simplemente ahí, una de las partes más sorprendentes del juego es su elaborada (y tal vez un poco demasiado amarga) historia. Recordemos que Super Mario 64 tenía una historia de lo más sencillo: Peach había horneado una tarta para Mario, pero cuando Mario llega al castillo Peach no está, los niveles simplemente existen para conseguir estrellas con los que abrir puertas hasta derrotar a Bowser, tras lo cual... nos tomamos la tarta con Peach. En Door to Phantomile cada nivel forma parte de la historia, cada jefe por el camino aporta algo a la trama y por si no fuera suficiente, también nos toparemos con un par de giros. Todo ello acompañado de unas notables cutscenes de gran calidad.
Es cierto que Door to Phantomile, como juego hijo de su tiempo, tiene algunos detalles que probablemente habrían sido diferentes hoy, como lo escaso de los puntos en los que guardar la partida o algún punto complicadillo que deja regusto a trampita para alargar el juego un poco más. Pero, aun con esos detallitos, es un juego fantástico al que el tiempo ha tratado muy bien. Habiendo descubierto el juego un cuarto de siglo después de su lanzamiento, la única pega que le puedo poner es que lamento no haberlo conocido antes. Es un juego realmente bien hecho, de esos que se quedan con nosotros mucho tiempo después de pasar los créditos.
Por desgracia, Door to Phantomile no fue un juego especialmente exitoso. Pese a lo acertado de su mecánica en 2.5D que incluso hoy resulta más que encomiable, el entonces reciente boom de los juegos en 3D hizo que parte del público no quedara demasiado impresionado con algo que de entrada podría parecer un simple juego de plataformas de movimiento lateral. Unos años después, las aventuras de Klonoa tendrían continuación en una sobresaliente segunda parte para PlayStation 2, Klonoa 2: Lunatea's Veil, así como un par de juegos para consolas portátiles pero, sin que la franquicia llegara a despegar del todo, en 2002 un juego para GBA exclusivo para Japón fue la última entrega original de la saga. Si Klonoa estuvo en algún momento llamado a ser la mascota de Namco, el destino no parecía estar por la labor de darle ese papel.
Atrapado en el limbo de juego de culto, suficientemente grande para no ser olvidado del todo, pero demasiado pequeño para un auténtico renacer, el juego original de Klonoa se lanzó completamente remasterizado en 2008 para Wii con el escueto título de Klonoa, una revisión más que notable con un sonido muy mejorado y unos gráficos fantásticos. Hace algo menos de un año, Door to Phantomile se volvía a lanzar de nuevo, en esta ocasión acompañado de Lunatea's Veil y con versiones para varias plataformas incluyendo, por fin, PC, con el título de Klonoa Phantasy Reverie Series. Encomiables esfuerzos que, lamentablemente, no han sido suficientes para dar al bueno de Klonoa la fama que merecía. Seguramente Klonoa nunca llegue a ocupar un puesto junto a los grandes y su nombre no estará junto al de Mario y al de Sonic. Pero al menos sí tendrá un hueco en el corazón de los que quedamos enamorados de su grandísimo e inolvidable juego.
Wahoo!

Etiquetas: ,

🔗 | Publicado: 22:25

Archivo