Valadrem

«Parecen fuegos de artificio»

25 de abril de 2022

Puella Magi Madoka Magica (2011)

Escribía hace unos días como tras una cansinamente insistente recomendación había acabado viendo Made in Abyss. Mencionaba también que no era muy aficionado a la animación oriental, eufemismo para decir que nunca antes me había interesado lo más mínimo ni me había molestado en ver ninguna serie más allá de algún episodio suelto de Shin Chan cuando lo echaban en Neox.

Como mi incursión en lo del anime no acabó demasiado mal, a la lista de insistentes recomendaciones se ha añadido un segundo nombre, Puella Magi Madoka Magica. Al parecer, Madoka Magica es un clásico entre las recomendaciones de animes para gente a la que no le interesa el anime. No es de extrañar. Lo cierto es que, muy probablemente, el mejor modo de consumir la serie sea verla sin saber nada de ella, sugerencia que seguí en su momento, pero aun así no me resisto a escribirle una entrada.
Madoka Magica es una serie muy corta, con una única temporada de 12 episodios. Viendo el primer episodio puede parecer que la serie es simple y llanamente la idea exacta que cualquiera que no sepa mucho de anime tiene de lo que es un anime: unas chicas mágicas de instituto se dedican a luchar contra monstruos mientras ponen caras muy cuquis y sonríen mucho y llevan minifaldas muy cortas. Así como la antes mencionada Made in Abyss partía de la base de un mundo bastante interesante que la serie se dedicaba a explorar, aquí el punto de partida no podría ser más anodino.
Aunque la serie se toma algo de tiempo para empezar a mostrar sus cartas, al llegar al tercer episodio ya no podemos sino reconocer que la historia que estamos viendo no es en absoluto lo que habíamos supuesto al principio. Puede que las sorpresas que guarda Madoka Magica resulten menos sorpresivas para alguien más acostumbrado a series de este tipo, pero como neófito absoluto por lo menos a mí han conseguido mantenerme pegado al asiento. Por supuesto, la cosa no queda ahí y a partir de este punto la serie continúa yendo a más, jugando sus bazas de un modo que invita a no apartar la mirada hasta el final. Un final que, a pesar de algunas aristas que quedan sin pulir, me ha parecido un más que grandísimo final.
Esta vez sí, hago mía por completo la recomendación que me hicieron y, yo también, recomiendo esta Madoka Magica. No por ello voy a dar un vuelco completo a mi anterior desinterés general por el anime para volverme un otaku ni nada por el estilo, pero sí admito que fue un error por mi parte ignorar este tipo de animación si eso me hizo perderme series como esta. En cualquier caso, añado que la serie tuvo una continuación en forma de película un par de años después, Rebellion. No he visto esta película y puede que no la vea nunca, el final de la serie era un muy buen punto para dejarlo, pero pase lo que pase en esta película, no puede desmerecer en absoluto esta fantástica serie. Recomendada queda.
Curiosidad random: en la versión original, Emiri Katō, voz de Kyubey, es también la actriz que puso voz a Fluttershy en el doblaje japonés de Friendship is Magic, lo que explica la a priori incomprensible abundancia de fanart con ambos personajes. El doblaje de España no comparte la relación entre estos dos personajes, pero mantiene la conexión entre ambas series por triplicado: Madoka, Homura y Sayaka tienen aquí las voces de Fluttershy, Applejack y Pinkie Pie respectivamente.

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🔗 | Publicado: 21:44

17 de abril de 2022

Made in Abyss (2017)

Hace unos días me recomendaron que viera Made in Abyss, una serie japonesa de animación para adultos que al parecer gozó de relativa fama hace unos años. Aunque la serie tiene ya cinco años, no soy muy aficionado a la animación oriental, por lo que no le había prestado ninguna atención hasta ahora. Estaba tentado de dejar pasar la recomendación, pero tras ver que, a fecha de hoy, la serie cuenta únicamente con 13 episodios finalmente me he decidido a darle una oportunidad.
La premisa de la serie resulta bastante interesante. En una remota isla hay un gigantesco pozo, el Abismo, el último lugar de la tierra aún sin explorar. En su interior, toda clase de bestias desconocidas y algunos restos de las civilizaciones que pasaron por allí en el pasado. A su alrededor, una ciudad fundada por los exploradores que llevan siglos intentando desentrañar los secretos del pozo. El Abismo continua siendo un misterio sobre todo por algo que nadie ha conseguido evitar: una maldición que dificulta enormemente la subida, haciendo ya del regreso desde las capas superiores una ardua tarea y convirtiendo el intento de subir desde una mayor profundidad en una sentencia de muerte.
La serie comienza con Riko, una niña de un orfanato local, hija de una gran exploradora desaparecida años atrás en el Abismo. Un día Riko se encuentra con Reg, un robot con la apariencia y personalidad de un niño de su edad, pero sin recuerdos de ningún tipo. Tras estudiar a Reg, Riko llega a la conclusión de que su extraordinaria tecnología tiene que venir de otro lugar, por lo que con toda seguridad Reg está hecho en el Abismo. Al tiempo, un mensaje desde las profundidades del pozo hace pensar a Riko que su madre sigue viva, por lo que se embarca con Reg en un viaje sin retorno al fondo del Abismo en busca de respuestas.
Una vez presentado el escenario y sentadas las bases de la historia, la serie cumple de sobra. El ritmo es excelente y a medida que avanzamos vamos descubriendo más, tanto del Abismo como de los personajes, lo que invita a no querer abandonar. La animación, si bien un tanto chocante por el fuerte contraste entre el estilo infantil y la cruda historia que cuenta, resulta sobresaliente; y la música que acompaña a la serie, tanto los dos temas principales que sirven de introducción y cierre a cada episodio como la música de ambiente que ilustra cada capa del Abismo, es de una gran calidad.



Por desgracia, la serie también tiene algunos problemas. Sin duda el más molesto es que, a ratos, la historia parece convertirse en una mera excusa para torturar de diversas maneras a los personajes. Algo que resulta tolerable al principio pero se vuelve más molesto hacia la segunda mitad de la temporada, con momentos realmente incómodos como la gratuita escena de violencia del episodio 7, que más parece una exhibición de sadismo que algo que tenga que ver con nada. La irregular caracterización de los personajes es también uno de los puntos débiles de la serie, resultando especialmente desafortunado en el caso de Riko, la protagonista, cuyo irracional entusiasmo acaba resultando ridículo en ocasiones. Si bien la serie intenta justificar la irrefrenable atracción de Riko por el Abismo, por momentos su comportamiento parece directamente suicida, lo que dificulta simpatizar con ella cuando las cosas salen regular.
En el otro lado de la balanza, uno de los grandes aciertos de la serie es Nanachi, un personaje que solo aparece hacia el final del episodio 10 pero consigue robar completamente la temporada. Sin entrar demasiado en detalles, su trágica historia cuenta con el que es, de lejos, el momento más desagradable de la temporada, pero al menos en este caso resulta también enormemente emocional, consiguiendo dar una profundidad mucho mayor a la serie y haciendo de Nanachi un personaje inolvidable.
Made in Abyss es una experiencia interesante. Creo que la serie se apoya demasiado en intentar impactar al espectador como para que pueda considerarla la obra maestra que me prometieron cuando me la recomendaron, pero igualmente debo reconocer que, dejando a un lado lo que algunas de sus escenas más gráficas pueden hacer creer, hay muchísimo más en la serie que violencia sin sentido.
No estoy seguro de si, hoy por hoy, podría incluir la serie en mi lista de recomendaciones, pero lo cierto es que sí tengo bastante interés por ver si en su segunda temporada la serie es capaz de centrarse mejor en sus puntos fuertes. Espero que así sea.

Actualizado (unas horas después): En el momento de escribir lo anterior había asumido, por error, que la serie continuaría en la segunda temporada que se estrenará este año. Sin embargo, hay una película de 2020 que sirve de secuela a esta primera temporada: Made in Abyss: Dawn of the Deep Soul.
Una vez vista esta película me reafirmo en mi interés por ver la segunda temporada, pero el nivel de violencia extrema de la película que hace palidecer los episodios anteriores me obliga a añadir una adenda a lo escrito anteriormente: esta violencia no es ya algo que meramente pueda resultar desagradable, sino que supera con creces lo que mucha gente considerará tolerable, por lo que creo que es necesario hacer notar a cualquiera al que esto le suene mal que haría bien en pasar de largo. Dicho queda.

Actualizado (medio año después): aquí está mi entrada sobre la segunda temporada.

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🔗 | Publicado: 13:20

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