Valadrem

«Parecen fuegos de artificio»

25 de mayo de 2025

Wake me up

En uno de los episodios de la segunda temporada de Los ensayos, la serie de Nathan Fielder, toma un especial protagonismo la canción Bring Me To Life de Evanescence. Además de un clásico intemporal, es una canción con una historia bastante curiosa. Historia que, por quedar fuera del tema del episodio, no llega a mencionarse, pero me parece interesante conocer.
Escrita en el año 2000 pero lanzada en el 2003 como sencillo del primer álbum del grupo, Fallen, la canción originalmente iba a ser... diferente. Amy Lee, compositora del tema y vocalista del grupo, intentó defender su visión, pero ante la negativa de la discográfica a producir el disco si no se aceptaban sus cambios, acabó cediendo y así nació la versión que todos conocemos y hemos oído cientos de veces. Una versión en la que la voz de Amy Lee se complementa con unos coros en forma de rap por Paul McCoy como estrella invitada.



Aunque este rap acabó marcado a fuego como hito en la historia de la música, no se incluyó por amor al arte. La discográfica estaba convencida de que nadie querría oír una canción de metal solo con una voz femenina. Temor que, según se haría público años después, venía causado muy especialmente por los aún recientes atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos y la idea de que una voz potente de mujer haría sentir emasculados a los pobres americanitos. Incluir un rapero varón cantando encima de la voz de mujer fue la solución que encontró la discográfica para vender un grupo que consideraban imposible de promocionar.

La extraordinaria acogida del sencillo llevó a que esta modificación pasase a considerarse como uno de los mayores ejemplos de executive meddling exitoso. No sería hasta muchos años después, en 2017, cuando Amy Lee volvió a grabar Bring Me To Life solo con su voz. Lo hizo para el disco Synthesis, aunque en una versión con unos arreglos tan diferentes que casi parece enteramente otra canción, con lo que la comparación con el original manoseado por aquel temor machista resulta poco menos que imposible.



Es imposible saber si, contra lo que mantenía la misoginia de la discográfica, el Bring Me To Life original habría podido tener el mismo éxito sin añadir berridos extemporáneos encima. Lo que, por suerte, no es imposible es saber cómo habría sonado esa versión que se supone que nadie querría oír. Y suena fantástica.

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🔗 | Publicado: 19:38

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