Valadrem

«Parecen fuegos de artificio»

1 de julio de 2024

Tonari no Yokai-san (2024)

Después de haber visto ya unos cuantos animes porque me venían recomendados, ya fuera por personas humanas o por El Algoritmo, hace unos meses decidí darle una oportunidad a un anime nuevo sin tener ninguna referencia sobre el mismo. La serie elegida fue la reciente Tonari no Yokai-san, algo así como Mi vecino yokai, y la he venido siguiendo desde su estreno en abril. Este fin de semana se emitió el último episodio y me apetecía dedicarle unas palabras.
La acción transcurre en un pueblecito de Japón, pero en un mundo diferente al nuestro en el que humanos conviven con yokai, espíritus de todo tipo. Uno de estos yokai es Buchio, uno de los protagonistas de la serie, nacido como un gato normal y corriente que a los 20 años de edad renace como nekomata y debe adaptarse a su nueva vida en la que ya no es una simple mascota sino un ciudadano más, con trabajo, carnet de conducir y seguro médico. O, por ejemplo, otro es Jiro, un tengu, hombre cuevo con poderes sobrenaturales, encargado de proteger el pueblecito en el que viven.
El universo de la serie resulta enormemente atractivo, el modo en el que la serie integra sus elementos fantásticos es genial y las continuas perlas de folclore japonés resultan una delicia. Tampoco se quedan atrás los personajes, no puedo ocultar que Buchio me parece encantador, pero muchos otros personajes resultan igualmente muy interesantes. Y no quiero dejar de alabar uno de sus mayores aciertos, puede que el más inesperado, los momentos de reflexión que nos regala la serie, donde las dudas y los hallazgos vitales de los personajes en un mundo tan diferente al nuestro quizás acaban siendo mucho más cercanos de lo que parece en un principio.
Por desgracia, pese a sus muchos puntos fuertes, la serie resulta a ratos frustrante. Basada en un manga de cierta longitud pero con capítulos muy cortos, la adaptación acaba pareciendo algo caótica. Así, mientras el manga está claramente estructurado como una colección de breves escenas del día a día en la vida en Fuchigamori, esto es algo que la serie no ha sabido plasmar por completo para quien venga de nuevas, haciendo que la sensación que deje es la de que las tramas principales se mezclan sin ningún criterio con otras tramas secundarias que apenas se desarrollan.
Al no conocer en absoluto el manga de antemano, al que solo me he asomado una vez terminado el anime, este aspecto de la serie me parecía muy extraño, pero haber leído unos pocos capítulos me ha ayudado a reconciliarme por completo con el mismo. Lamentablemente, el manga no ha sido traducido oficialmente a ninguna lengua romance y la única traducción hecha por fans está incompleta, con lo que apenas es posible encontrar en inglés 23 de los más de 100 capítulos. Así y todo, recomiendo encarecidamente echarle un ojo a alguno de estos primeros capítulos antes de entrar en el anime, me arriesgaría a decir que hace la adaptación muchísimo más valiosa.
En cualquier caso, y pese a lo extraño de su ritmo al que solo he acabado cogiendo el punto en retrospectiva, Tonari no Yokai-san me ha parecido una serie preciosa y una gran experiencia. Siendo que es una serie que ha acabado pasando muy desapercibida, me alegra haberle dado una oportunidad sin haber esperado a una recomendación que seguramente nunca habría llegado.

Etiquetas: ,

🔗 | Publicado: 22:04

Archivo