Valadrem

«Parecen fuegos de artificio»

26 de junio de 2025

Nine Sols

Y si en la anterior entrada hablaba de juegos sencillos y amables, hoy es el turno de algo bastante opuesto. Uno de los juegos más difíciles a los que he jugado, violento, y que incluso llega a abrazar el gore en algún momento. Hoy voy a hablar de Nine Sols.
Nine Sols tiene una parte importante de juego de plataformas, pero creo que lo que más lo define es que es uno de esos juegos en los que toca morir muchas, muchas, muchas veces cada vez que te enfrentes a un jefe hasta que consigas hacerte con sus movimientos. Un tipo de juego por el que normalmente no tengo el más mínimo interés y, como ya comenté en alguna entrada anterior, es esta aversión algo que me ha mantenido alejado de la saga Dark Souls, pero en este caso no ha impedido que el juego haya conseguido engancharme hasta el final.
A este inesperado interés han contribuido dos factores. En primer lugar, el combate. Los controles en todo el juego son una delicia, incluso en los movimientos más complicados sientes que el mando responde, pero donde más luce el combate en Nine Sols es en la importancia del parrying, cuando parar los ataques del enemigo es en ocasiones casi más importante que atacar directamente. No es una mecánica completamente original, los desarrolladores del juego abiertamente reconocen que está inspirada por Sekiro, que es un juego que tampoco conocía, pero en cualquier caso funciona realmente bien y resulta sorprendentemente satisfactoria.
El otro factor, más importante si cabe, es la historia. Nine Sols no es un mero juego de exploración en el que vas recorriendo mazmorras a ver qué pasa, lo haces por un buen motivo. Sin querer destripar demasiado sí que puedo añadir que el juego, desarrollado en Taiwán, incluye constantes alusiones a la mitología china, con mención especial al Taoísmo, lo que mezclado con la temática de ciencia ficción de la historia crea una combinación realmente curiosa y adictiva. Tanto es así que, aunque el juego estaba claramente por encima de mi nivel y algunas partes me costaron más tiempo del que me gustaría reconocer, querer conocer más de la historia era uno de los mayores alicientes para seguir adelante.
Reconozco que cuando empecé Nine Sols no esperaba gran cosa, pero acabó siendo uno de los juegos que más me han enganchado, es, de lejos, el juego más difícil que me he molestado en completar al 100% y está muy arriba en mi lista de juegos recomendados. Soy consciente de que esta entrada queda bastante coja porque ni siquiera he hecho un resumen somero de la historia, pero cuando empecé a jugarlo yo no sabía más de lo que he puesto en esta entrada y, creo, eso hizo que ir descubriendo el juego fuese incluso más interesante, así que voy a dejarlo aquí.
Añadir que, además de obviamente en Steam, el juego también está a la venta en la web de los desarrolladores, en una versión sin DRM, lo cual siempre es de agradecer.

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🔗 | Publicado: 12:55

20 de junio de 2025

Zorros con suerte y gatos pequeños

Retomo mis críticas en profundidad de videojuegos para comentar por encima dos a los que, aunque jugué hace ya algún tiempo, me apetecía dejar por escrito por estos lares.

Empiezo con Super Lucky's Tale. Un juego de plataformas protagonizado por un zorrito que deberá recorrer distintos mundos para recoger tréboles de cuatro hojas con los que ayudar a su hermana a proteger un libro mágico.
Abiertamente inspirado por juegos de plataformas clásicos, el juego es parada imprescindible para quien disfrutara con títulos como Super Mario 64. Muy especialmente Super Mario 64, de hecho. El funcionamiento de algunos niveles, el modo de conseguir los distintos tréboles, o incluso el propio uso de un overworld recuerdan enormemente las aventuras del pequeño fontanero pero, lejos de sentirse como una burda copia, los carismáticos personajes y lo variado de los niveles hacen que sea una experiencia muy entretenida y más que recomendable. Tanto es así que, emulando mi logro hace veintipico de años cuando conseguí las 120 estrellas del SM64, también aquí he conseguido todos los tréboles aunque no fueran necesarios para llegar hasta el final.
Super Lucky's Tale es la secuela de Lucky's Tale, un juego para gafas de realidad virtual que, lamentablemente, no he tenido ocasión de probar. En su salto a juego de plataformas convencional, tanto los controles como muy especialmente la cámara quedaron un poco a medio hacer. De hecho, recuerdo al menos dos puntos concretos en los que hay que avanzar literalmente a ciegas brevemente porque es imposible ver al personaje. Por culpa de esto, el juego recibió algunas críticas muy negativas. Aun así, discrepo completamente de estas críticas, probablemente porque la cámara del Super Mario 64 original ya era lo suficientemente horrible como para que esté curado de espanto y creo que, dejando de lado esos detalles puntuales, el juego es realmente muy agradecido.
Un par de años después, el mismo estudio lanzó New Super Lucky's Tale, un remake que arreglaría muchos de los problemas del original y recibió unas críticas muchísimo más positivas. Todavía no he tenido ocasión de jugar a este remake, más que nada porque entiendo que será muy parecido al juego al que ya he jugado, así que prefiero esperar algo más de tiempo antes de ponerme con él, pero en cualquier caso y, en contra de la opinión de la crítica, sí que creo que por muy bien que esté el remake, en mi opinión el original también es un juego muy digno de atención.

El otro juego del que quiero hablar hoy es Little Kitty, Big City.
Cuando el año pasado hablé de Stray, comenté que me había dejado un regusto agridulce. Me gustaba gran parte del juego, pero me parecía que la historia era demasiado exagerada, por así decirlo, y mencionaba que me gustaría haber visto un juego más sencillo que se centrara en los puntos cotidianos del juego. Parece que no fui el único que pensó algo así, porque LKBC es, casi exactamente, el juego que esperaba encontrar cuando empecé a jugar Stray.
En LKBC nos ponemos en la piel de un gato que está echando la siesta en su ventana cuando por accidente cae a la calle y tiene que buscar el modo de volver a casa, para lo que tendrá que recorrer toda la ciudad. Un comienzo similar al de su referente, pero que da lugar a un juego muchísimo más blanco y amable. Además de, obviamente, esta enorme diferencia de tono, otra diferencia entre ambos juegos es el estilo visual. LKBC apuesta por una estética de dibujo animado que no consigue ser tan espectacular como aquellos fantásticos gráficos que vimos en Stray, pero sin ninguna duda resulta realmente adorable.
Tengo la sensación de que este encantador juego no recibió ni de lejos la atención que tuvo Stray en su día, pero a mí me pareció una auténtica delicia y estoy seguro de que mucha más gente lo disfrutaría igualmente si lo conociera, así que no quería dejar pasar la oportunidad de hablar de él. Por cierto, tampoco quiero olvidarme de la fantástica traducción al español, algo a lo que no suele prestarse mucha atención pero que en un juego con bastantes juegos de palabras e incluso alguna rima, todo ello resuelto de modo sobresaliente, me pareció un trabajo realmente bien hecho.

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🔗 | Publicado: 13:18

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